Editorial

Tú......... eres el creaodr de tu propio destino, tú.......... eres quien genero esto que estas viviendo y tu lo puedes cambiar; cambiar no para ser mejor, por que no eres ni mejor ni peor, solo eres; cambiar quiero decir vivir lo que tú quieras vivir, sin miedos, sin rencores, sin tristezas, sin culpas; con amor por que así fuiste creado y así tu existencia tiene sentido, tiene una razon tiene un porque y un destino, encuentra lo que quieres vivir pero en amor y vive plenamente y libre que finalmente, solo eres....., por un instante y por una eternidad dentro del universo. Vive lo que quieras vivir.

jueves, 23 de julio de 2009

La Música

La música suena en medio del gran vacío de la casa, se adhiere al frío que es lo que más siento, lo que duele tanto como recordarte. Esta noche ansío tanto tu presencia, el aroma desnudo de tu cuerpo entre mis brazos, la noche que se abre y se extiende envolviéndome entre tus labios. No soporto esta realidad, no soporto imaginar que mientras permanezco en esta sombría soledad, tú te sueñas en otra cama, atrapada en otros brazos extasiada. En tu vida de mi no cabe nada, y lo poco que hubo ya no esta.

Esta noche estoy tan callado para el mundo como si estuviera muerto. Este cuarto a oscuras es una gran tumba, la música deja de sonar y es sólo ya el perfume de unas flores que los vivos dejan marchitar sobre las lapidas de los difuntos. Amarte no sirve de nada, más que para mostrar duramente que no puedo hacer más. Me enseña lo apenas fatuo que para ti soy...la ilimitada capacidad que tengo para sentir, pero también la incapacidad que tengo para llorar.

Tengo los ojos marchitos de extrañarte, de ver el hueco que has abierto, la mirada ausente, flaca, y que ya casi se desvanece. Hace falta tanta vida. La felicidad habitaría la casa si llegaras esta noche, por tan sólo una vez en la duración del universo, para amarnos, para darme la posibilidad de reconocerte entre todos los perfumes, de no olvidarte y poderte recordar entre realidades y sueños sin apesadumbrarme por esa dolorosa semejanza que a veces tienes a amarga pesadilla.

Esta casa donde soñé vivir contigo, es lo más parecido a un cementerio, siento en el aire lo cenagoso de la tierra, siento los invisibles gusanos carroñeros caminando por mis venas, mi olor a podrido, a olvido, a la descomposición del desencanto. Tengo triste el pensamiento y el corazón de locura enmohecido. Permanece en mi ser como única condición, el asco a la realidad a la que me arroja la vida.

La noche ha pasado, ya no es el viento escarchado el que azota las ventanas y logra hacer que después de solitarias horas aun aquí suene algo, es el sol que golpea la casa con sus rayos el que le devuelve la temperatura a los árboles, el que acaricia las flores en los jardines. No sonrío, no escucho el canto de las aves, todo es borrado y callado por un silencio de tedio que lo jode todo desde dentro. Muero de tener aún mi corazón.

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